20/6/09

Retratando a la familia Friedman


Cuando la verdad de los hechos no es tan importante como la situación mental de los acusados, entonces tenemos el caso de la familia Friedman sumergidos en una situación inaudita.
Por un lado, tenemos el punto de vista de algunos alumnos, la policía y los fiscales, quienes aseguran que la familia Friedman utilizaban el sótano para simular dar clases de computación, mientras le hacían a los niños jugar a “ponerse de burrito”, solo que los niños tenían que estar desnudos y con el maestro, el Sr. Arnold Friedman y su hijo Jesse de dieciocho años, procurando una penetración. Esta cara de la moneda informa que en realidad ocurrían casos de violación forzada en el cuarto del hijo y en el baño. Mientras que la voz de la otra parte narra que en realidad todo eso es una falacia perturbadora, siendo conjugada por los defensores de los Friedman, otros alumnos, y desde luego, los miembros de la familia Friedman. Una situación muy desconcertante, es que la esposa del Sr. Arnold, y la madre de tres hijos, Jesse, David y Seth, repite con frecuencia que tiene todo el derecho de desconfiar.

La ópera prima de Andrew Jarecki pertenece al cinema verité, como su nombre en inglés lo indica, Capturando a los Friedmans, es un documental que emplea la cámara como otro investigador y observador que intenta capturar la psicología de los personjaes, capturar todas las pistas para llegar o no a la verdad.
Uno como espectador está conlfictuado por no poder decidir con certeza, entre las dos presuntas verdades: si los cargos por el abuso sexual a muchísimos alumnos, provenientes de un padre de familia distinguido, pianista admirable y maestro, o la telaraña de verdades subjetivas que durante todo el documental, entretejen un alarmante zumbido que evade la verdad de los hechos, el sucio victimismo, y lo más inquietante de todo, la falta de credibilidad como espectador por no haber ninguna parte de la que se derive una verdad absoluta.
Por lo mismo, es muy desconcertante y confuso ser espectador y testigo de que los entrevistados podrían o no estar relatando la verdad, o de la insensatez mental que mana tanto de la familia Friedman como de los representantes jurídicos y sociales que tienen la responsabilidad de enjuiciar.

Como se muestra en el documental, una de las pocas pruebas que llevaron al arresto de Arnold Friedman es porque se descubre que tiene en el lugar de los hechos, revistas de pornografía infantil. Después de una serie de investigaciones detalladas e interrogatorios a los alumnos del Sr. Arnold, brotan acusaciones y cargos imposibles de comprobar, que llevan al Sr. Arnold y a su hijo Jesse, a la cárcel.
Pasa el tiempo sofocante para que Arnold Friedman cometa un suicidio a base de una sobredosis de pastillas antidepresivas, y la libertad otorgada a su hijo Jesse, trece años después. Siendo el delito de la posesión de revistas pornográficas, como el único cargo comprobado, siendo los alumnos interrogados sometidos a ser víctimas.
Una vez más, vemos el reflejo de la idiosincracia de la sociedad gringa, y en este caso de una comunidad, que es histérica, decadente y con patologías y disfuncionalidades evidentes.
No obstante, lo que hace que el trabajo de Andrew Jarecki sea tan fuerte, es que el mismo primogénito filme las últimas noches de la familia junta, antes del encarcelamiento. Nos lleva a la confesión de David Friedman de que su madre era una loca manipuladora y que su padre un hombre increíble, y termina siendo la clave del documental porque se manifiesta como el que fragmenta todos los personajes, los propios videos de la intimidad de la familia Friedman no dan lugar a futuras pruebas o investigaciones sobre la verdad, que quizás ni existe.

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