25/2/09

FOU FOU



Una joya del documental, difícil de conseguir pero todavía mas difícil de digerir. Para muchos, esta cargado de una temática grotesca, teatral o quizás delirante, pero en realidad lo que debemos intentar es mirar los rituales, o las culturas ajenas a la nuestra con ojos de alguien que no sabe juzgar, que cuenta con la capacidad total de asombro y que puede delimitar la delgada línea entre nuestras carencias y lo que es la verdad, además es más fácil embutirse a situaciones que nos pertenecen o que comprendemos.

Considero que el trabajo dirigido, fotografiado y narrado por Jean Rouch en 1955, es de una genialidad, frescura y minuciosidad expansiva, en parte por la búsqueda y en parte por la capacidad de incrementar el drama en las acciones de los nativos practicantes del culto Hauka, increíble pero cierto, fue rodada en un solo día, y aplicando la cámara participativa, Rouch fomentó que el ritual fuese más intenso y el desenvolvimiento de los Haukas mucho más poderoso.

"Los maestros locos" muestra un ritual que no se debe tratar de entender en estructuración ni fundamento, porque el mismo Jean Rouch no discernía del todo lo que se desarrollaba, después de su investigación, acompaña al documental con una voz que intenta traducir la situación y el lenguaje de los trabajadores de las regiones de Níger, ubicados en Accra, donde se reúnen para celebrar su rito anual, entre posesiones y remembranzas, cada integrante simula y personifica ser el sacerdote, el conductor de locomotoras, el alcalde, el doctor, el general, etc. Lo que más sacude es la parte del sacrificio y el perro ingerido, con el altar y la piedra sagrada, los Haukas miran al cielo y deciden partir para que no tengan que pagar extra por el transporte público nocturno.
Al día siguiente, cada uno regresa a sus actividades laborales y sociales, como si nada hubiese pasado.

Lo interesante de cómo Jean Rouch lleva al máximo la cámara participativa, son los estados de psicosis autoinducidos por los Haukas, resultando de un estado de trance no del todo inconciente. Por consiguiente, cuando Jean Rouch proyectaba fragmentos del documental, los mismos africanos comenzaban a entrar en trance, sin saber escribir o leer, las imágenes hablaban por sí solas y a tal magnitud que engendraban una nueva experiencia de trance para el grupo.
Considerado como cine trance, por razones culturales y abismales, no es la misma experiencia que vive un francés en comparación a la de un africano, al mirar el documental. Puesto que para los franceses no son más que costumbres de unos locos, ajenas en su totalidad a su entorno y su cultura, mientras que los africanos la miran para conseguir presionar el botón mental que les genere un estado de trance momentáneo.
Jean Rouch al ser el creador de la cámara en mano y participativa, con "Los maestros locos", entretejió un documental que puede ser comprendido mejor en contenido por los africanos, pero admirable para los occidentales que colocan un velo de humildad ante el asco y lo grotesco de la forma.

24/2/09

MASAS Y PODER




Incoherente, brillante, demoledora, escalofriante, estridente, o delirante, son algunas de las palabras que podrían describir el documental del artista belga Johan Grimonprez, dial H-I-S-T-O-R-Y, un documental armado básicamente con material de archivo, que desvela la situación política y mediática desde el primer secuestro aéreo ocurrido en 1931.

Al principio aparenta exigir un conocimiento profundo en cultura general e historia mundial, pero el artista mas bien se va apartando de la seriedad y gravedad de las situaciones, para replantear un mundo más ligero con increíble sentido del humor, y capacidad de reescribir mentalmente nuestra historia, aunque sea por unos minutos.
Esto lo logra, por medio de la edición y la música fuera de lugar e insinuante que satiriza la imagen para convertirla en un presente, que pisotea algo imposible de cambiar, el pasado.

Con mucho material, como notas, reportajes, fragmentos de películas de ciencia ficción, y fotografías, se monta una especie de collage que en contenido es muy impactante por recordar atrocidad tras atrocidad, pero que en forma provoca mucha risa.

Se relatan todos los secuestros de avión desde el primero en 1931 hasta el de 1980.
Acentuando la información en los años 60 y 70 por ser el momento político mas turbulento, en cuanto a terrorismo. Pero también por ser el momento clave para comprender que los medios pueden ser el un enorme espectáculo, y este documental intenta sacudir, y recordar la posición neutral de las masas occidentales ante tales daños, gracias a que los medios masivos de comunicación habían inyectado una dosis de ceguera y una dosis de anestesia, que adornando la verdad y manipulando la mentira, se formó un círculo en el que las masas ya no son impresionadas, se desensibilizan lo que requiere un amarillismo mucho más atroz por parte de los medios.

Lo que Johan Grimonprez propone con este documental, no es ilustrarnos con eventos terroristas ocurridos a lo largo de cincuenta años, pero sí atacar a las masas incapaces de abrir los ojos ante la verdad del poder político y mediático, siendo más fácil digerir el terrorismo desde una zona de confort.

Dial history también es una paradoja muy interesante, por que un documental lo hemos visto con Vertov, funciona como un ojo que captura la verdad, pero ahora nos damos cuenta que independientemente de que el público actual sea escéptico, los documentales también intentan falsificar y alterar la realidad, en el caso de dial History lo notamos mejor desde el uso de música absurda y la edición fluida, para replantear imágenes o situaciones conocidas mundialmente, que con un toque de brusquedad le hace ser tragicómico.

Cascade



CASCADE/Vertical Landscapes es un documental de sinfonía urbana, realizado en 1988 por artistas como Dike Blair, Dan Graham y el músico Christian Marclay.
El documental es una oda irónica a la arquitectura urbana y suburbana de los paisajes estadounidenses contemporáneos.

Estéticamente se siente el ochenterismo, pero no deja de ser una composición bellísima y muy compleja en términos de edición y fotografía, pues las locaciones van cambiando todo el tiempo, el dinamismo es excepcional, la fluidez y el grado de dificultad para simular una continuidad entre cada toma, es brillante. Incluso cuentan con tomas que giran trescientos sesenta grados hasta perderse disimuladamente en planos y planos y más planos, simulando una continuidad gracias a la versatilidad tanto de la fotografía y los colores, como de la arquitectura.

De la misma manera, el sentido del humor se intercala sutilmente por medio de imágenes voladoras, que denuncian la cultura pop y la cultura del consumismo, vista desde adentro y afuera. Un recorrido libre y transparente, que comienza a pie, se sigue en escaleras eléctricas, para subir a elevadores y rascacielos. Simulando una ciudad construida verticamente, un infinito de líneas suspendidas en el aire, donde el cielo es arriba y abajo simultáneamente.
El flujo constante de las imágenes, es el resultado de un trabajo meticuloso de edición y producción, que se expande hasta celebrar y criticar el paisaje contemporáneo, enganchado en el inconciente colectivo de los “americanos”.

LOOP



Pièce touchée (1989) y Passage à l'acte (1993) son filmes que manejan un alucinante trabajo de edición realizado por Martin Arnold, en el que intenta saturar con repeticiones exhaustivas y compulsivas los elementos que componen escenas tomadas de películas hollywoodenses.
El espectador se mantiene en el limbo, una espiral que hipnotiza y se expande a pasos agigantados por una constante tensión, que además se traza en un devenir con tintes de neurosis e histeria.
El diseño sonoro vigoriza la sensación de compulsión, atrapados en un loop, los nuevos personajes no tienen acciones internas, sino que por medio del metraje, Martin Arnold se apropia de escenas, que se filtran por gritos denunciantes ante lo mundano de las obras que utiliza para experimentar.

Considero que el realizador de origen austriaco, repite compulsivamente las imágenes deconstruyedo acciones, para reinventar historias que tensan y contraatacan a la industria norteamericana de Hollywood. Alejado de la zona de confort y de los cánones preestablecidos por el lenguaje cinematográfico, el realizador se explaya alterando las convenciones por medio de la edición exhaustiva.
Para Passage à l'acte tomó algunos segundos de la película “To kill a Monckingbird”, con la que se rescribe una historia llena de agresión familiar, de una manera brillante. Mientras que Pièce touchée comienza con “Alone: Life Wastes Andy Hardy”, posterior a la lista decisiva de edición (EDL), que escribe para un editor de cine. Con esto, Arnold consigue acceso a una máquina Avid digital, y con la tecnología de punta pude trabajar en el montaje para repetir cuantas veces quisiera las fracciones de segundo.

BnW

Estas son algunas de las fotos tomadas por Paul Strand a lo largo de su carrera,



The first is always the last



Manhatta es un documental poético de 1921, ocho años antes que "Regen" y "The man with the movie camera", los realizadores son Paul Strand y Charles Sheeler. Con "Manhatta" se convierten en los precursores del retrato Newyorkino.
El documental se estructura a partir del modo observativo, que apoyado con los intertítulos, puntualiza en la belleza imponente de la arquitectura, sin olvidar los paisajes que lo rodean. El film fue inspirado en el libro controversial de Walt Whitman, "Hojas de hierba".
El personaje principal de esta sinfonía urbana es la ciudad y su grandiosidad, los edificios pioneros en implementar los elevadores, modernizar al laboratorio humano que con las escaleras eléctricas, simulaban llegar al cielo, siendo solo alguno de los atractivos que adornan la visión del imperialismo.
Los realizadores fueron reconocidos fotógrafos, por lo que se explota con stills y tomas contemplativas en su mayoría, la calidad dinámica de una parte de Nueva York.
Influenciados también por el romanticismo, se considera el primer film vanguardista de Estados Unidos.

Aquí están los diez minutos de fotografía excelsa,

Recordar no es lo contrario a olvidar



“Every memory can create its own legend”

Lo primero que me viene a la mente cuando pienso en Sans Soleil, es la voz de la narradora leyendo en una de las cartas, que la memoria es para un mundo lo que la historia para el otro; una imposibilidad, que al mismo tiempo está sumergida en el mundo de las apariencias.

A partir de esta idea, el alter ego de Chris Marker, Sandor Krasna, un fotógrafo trotamundos que escribe sus impresiones de las ciudades que visita, se verá seducido por la fragilidad de los momentos suspendidos en el aire y en el tiempo, transformados en memorias que sólo saben dejar atrás más memorias. De esta forma, la lectura se hace desde un tercer punto de vista.

Dando pasos agigantados que intercalan fluidamente, a Japón, las colonias portuguesas del oeste de África, Cape Verde, Guinea-Bissau, Islandia, Ille-de-France, y San Francisco. Las memorias de Sandor Krasna, entretejen una expansiva red de situaciones, con las que reflexiona sobre el funcionamiento de recordar, que no es lo opuesto a olvidar. Descubre que no recordamos, sino que reescribimos la memoria tan fácil como se reescribe la historia, la inmensidad del pasado y su fragilidad, ubicados en el espacio para después ser atrapado por el tiempo.

En la parte introductoria, nos encontramos en Cape Verde, lugar donde surge la pregunta: ¿cómo es posible que se enseñe en escuelas de cine, a no mirar a la cámara,? en seguida una mujer hermosa nota la presencia del cine ojo, y simula no saberlo hasta que por 1/24 de segundo mira con sinceridad a la cámara, en este instante se moldea con la cámara participativa, un público que será testigo de un momento congelado por un recuerdo intacto. Pareciera que las pocas veces que la cámara es intransparente, Chris Maker incrementase la seguridad de la gente observando ser observada.

Sei Shōnagon se puntualiza en los relatos por ser la escritora obsesionada con enlistar cosas, la lista que subraya el trotamundos es la de cosas que hacen que el corazón se acelere, dándole a Sandor Krasna una razón suficiente para recordar que debemos mirar los detalles y aparentes pequeñeces de la vida, para aprehender más y mejores herramientas, aún no estando seguros de que esa lista exista.

Contemplamos un desfile de danza y música en las celebraciones de los vecinos en una de las provincias de Japón, con el montaje creativo se introduce un vago recuerdo de un emú, que también se mezcla con un ritual en África, hasta salir por completo de Japón. Las cartas nos llevan a nombrar los signos para denominar lo que acelera el corazón, la voz femenina narra que para nosotros, un sol no es exactamente un sol, a menos que sea radiante, nuevamente se aborda la importancia de los detalles.

El sonido está estructurado desde la versatilidad, latente en su forma de combinar lo diegético con lo extra diegético, y dejando la voz de la narradora en primer plano, excepto por los momentos de mera contemplación, que se respetan los silencios. El diseño sonoro engrandece los retratos de las calles, los trenes, las miradas urbanas que sin el toque energizante, versátil y colorido de la música no se recordarían con tanta fuerza.

La desorganización de ideas del fotógrafo que nunca vemos, pero que reconstruimos fragmentos de sus viajes a partir de palabras contemplativas, mantienen el entrelazamiento de las culturas y los distintos temas, que nos empujan constantemente a dudar de la verosimilitud de las imágenes, siendo el mismo fotógrafo quien asegura que traspasan el velo de la historia, encargada de borrar la memoria en este mundo de apariencias.

Las referencias a la cultura japonesa son de los fragmentos que mejor explican la inquietud de Sandor Krasna, la secuencia de stills provenientes del supuesto televisor, apuntan que entre más se mira la televisión japonesa más te sientes observado, es una cultura donde las imágenes de publicidad son inmensamente mayores a la gente, voyeureando a los voyeuristas entre historietas gigantes.

El pasaje hindú sobre la flauta que su sonido sólo puede ser escuchado por quien la toca, refuerza la mirada sobre la transitoriedad de las cosas. Que también se podría unir con la idea de que el tiempo no sana las heridas, sino que sana todo excepto las heridas.
Y de este modo, el viajero irá reconstruyendo sus experiencias en Cape Verde con los activistas y la turbulenta situación política y social.

La estética de la fotografía es básicamente cálida, con muchos stills, cámara en mano, fluidez, plano secuencias breves, un ojo genialmente entrenado, pero sobretodo pasión por la imagen digital. El director explora con Yamaneko, creador de video juegos, la posibilidad de que sólo lo electrónico puede lidiar con sentimientos, memoria e imaginación. Obteniendo imágenes que se animan de positivo a negativo, con un efecto de posterización, muy atractivo.
Con pocos botones, Sandor Krasna idealiza sobre lo maravilloso que sería almacenar o materializar la memoria, como la información manipulada en un sintetizador.

Chris Marker insiste en recordarnos, que tenemos la opción de emplear las herramientas y editar nuestro mundo, dirigirlo y escribirlo como se nos antoje, es cuestión de no confundir el pasado y ser víctimas de la memoria.
Casi al final Sandor Krasna, describe sus sueños deconfiando de que sean suyos y no de una totalidad, de un sueño enorme con tintes colectivos del que quizás la ciudad entera se proyecte. Este delirio, lo lleva a explorar el futuro y antes "Vértigo", de Alfred Hitchcock, cómo la única película en la historia que ha sabido manejar el retrato de la memoria demente, la memoria imposible. A partir de la espiral, el ensayo le da la vuelta al espectador, jugando y haciéndolo partícipe de una caída libre, similar al engaño entre espacialidad y temporalidad, remitiéndose al caso de Scotie quien era incapaz de vivir con memoria sin falsificarla, en otra dimensión de tiempo a Zone, que sólo le pertenece a él. Jugando con los signos de la memoria, se contempla desde un punto fuera del tiempo, como la única eternidad que nos queda.

San Soleil mira hacia las primeras encarnaciones de Marker, Yamaneko intenta decir que manipulando las imágenes de esta forma, se delinean los trazos que inevitablemente deja el paso del tiempo, en un mundo en el que la memoria se convierte en un pincel que constantemente cambia el color de los recuerdos, para que se ajusten y encajen con los intereses del presente. Siendo la clave para comprender la inquietud central de Chris Marker, que traducido a Krasna, lo que más le interesa probar es la función de recordar, que puede servir tanto para constituir el sentido de uno mismo, como el proceso colectivo de olvidar una versión oficial de la historia. Siempre generando signos de interrogación penetrantes, formulados a partir de una variedad de experiencias que pueden ser tan identificables como negadas por el interés de los pocos encargados en construir y estructurar una identidad nacional.
En definitiva, Sans Soleil es un ensayo antropológico y vanguardista, que se basta desde el propio título, sin sol, para relatar la historia de un hombre que olvidó cómo olvidar.

Este es un fragmento del principio de Sans Soleil,

22/2/09

El director científico



El idiosincrásico director de cine francés, Jean Painlevé, nos lleva a explorar un mundo científico en el celuloide se explota con poesía.
Desde sus inicios, Jean Painlevé supo mantener relaciones muy estrechas con maestros como Sergéi Eisenstein, Jean Vigo, Luis Buñuel, Edgar Varese, sólo por mencionar algunos, que muestra de la capacidad vanguardista que el gran Painlevé siempre tuvo.
Un verdadero autor que supo utilizar y sacar provecho del equipo sofisticado del momento, sus filmes por lo general, están estructurados de manera rigurosa y relativamente cronológica.
Un verdadero amante del conocimiento, Painlevé nos deja una serie de películas comprometidas con la belleza y la verdad.

“Ciencia es ficción” título que remarca claramente lo que a Painlevé le motivaba, la cámara siempre fiel a las acciones de las exóticas y complejas especies marinas o terrestres, una colección de once cortos documentales realizados entre 1927 y 1979, los temas fluctúan entre cristales líquidos hasta rituales de apareamiento entre varios animales marinos, montados a manera de collage, cada uno de los cortos exploran con meticulosidad, la fuerza y misticismo expandido entre estas criaturas a las que muchas veces se les atribuye, pertenecer al lugar en el que la vida se creó.
Dedicado de lleno al estudio y la investigación, Painlevé no se le reconoce como un autor surrealista, sino que compartía la idea de lo inaudito de la procreación y la estimulación sicológica sexual, asimismo mantuvo una estrecha relación con algunos de los máximos exponentes del movimiento, mencionados previamente.

La calidad de poesía y erotismo explorados por Painlevé, se ensalzan por medio de encuadres cerrados, la cámara se mantiene fija, haciendo eminencia a especies muy pequeñas, que sensibilizan sobre su grandeza, es un baile de la realidad construido con un ritmo dinámico pero no por medio del montaje, sino en las acciones de los animales desenvolviéndose en primer y segundo plano, siempre siendo el elemento más importante en la experimentación por explorar los temas de vida y admiración por el mundo marino, debemos recordar que Painleve es el primero en dedicarse a retratar animales con tal rigor y entrega, durante una época en la que se requería de todo un diseño estratégico para emplear la cámara debajo del agua, cuando ni siquiera existían los tanques de oxígeno. Por lo mismo, la estética fotográfica que está perfectamente bien cuidada, permiten comprender la grandiosidad de director que era Painlevé.

"Le Vampire", un film que puede verse innumerables veces

21/2/09

REGEN


Los reflejos y la luz son los elementos que componen esta pieza de documental poético, en la que el realizador muestra el lado más sobresaliente de la ciudad de Amsterdam, los puentes y calles de la ciudad que debemos recordar, solían ser toda una eminencia y un lujo para quienes lo visitaban.
Debemos recordar, que Ivens nació bajo el seno de una familia pudiente, por lo que le era más fácil desviar la mirada del proletariado, sin querer despertar o concienciar al pueblo a través del cine como Vertov, su intención mas bien radicaba en emplear la cámara para documentar durante diez minutos, la lluvia, por medio de recursos como los reflejos en los charcos, en los cofres de los autos, los encuadres muy cerrados, las gotas cayendo para perderse entre arroyos o alcantarillas. Un documental realizado en 1929, misma fecha que “El hombre de la cámara”, y que viene a enseñar la capacidad en la técnica fotográfica, más que el contenido temático. El agua funge para retratar la ciudad, pero es la ciudad lo que nos muestra la lluvia.

Aunque parezca que el documental fue realizado en un solo día, Regen fue filmada durante cuatro meses y terminada en más de dos años, lo cual amerita reconocer la labor impuesta tanto por Ivens como por su colaborador, Mannus Franjen con quien co-dirigió y escribió un gran documental poético que observa y se sabe observar.

Aquí les dejo un extracto de la primera parte de esta poética documental,



Otra documental dirigido y fotografiado por Joris Ivens, previo a Regen, es The bridge, en el que su ensayo poético es descrito por el CLOSEUP (1928) como una "sinfonía pura y visual",

Z O O




“Zoo” es otro documental que refleja la versatilidad y grandeza del autodidacta Bert Haanstra. Por medio del cual presenta una verdad juguetona, fotografiada por Anton van Munster. Observando de cerca a una variedad de espectadores, que se entretienen mirando a los animales privados de su libertad.
Juntos documentan un día soleado lleno de guacamayas o macacos, que son el espectáculo de muchos, el entretenimiento máximo para niños, el zoológico en general asumido como un sitio en el que divergen todas las edades y preferencias culturales. Desde las viejitas chismeando en la banca, hasta las parejas que pasean y "dominguean", los niños que encuentran todo tipo de atracciones, o los bebés que juegan asombrados, o hasta los más grandes que disfrutan de un día soleado acompañados de especies exóticas, un espacio que a pesar de privar a los animales de su libertad, Bert Haanstra de alguna manera también encierra a los visitantes del zoológico para convertirlos en el entretenimiento de otro tipo de espectadores.
El sonido es espectacular, con los insertos muy sutilez de los ruidos de las guacamayas u otras aves, el documental hace divertida la experiencia, tanto dentro como fuera del sitio, además la música de Pim Jacobs es una delicia, al parecer Haanstra siempre elige la pieza indicada, para pulir con mas fuerza sus documentales.

Por otro lado, la perspectiva que ofrece "Zoo" es desde un plano en el que la cámara es invisible y muy juguetona, recurre a un tratamiento mediado por un ritmo analítico, las diferentes reacciones y situaciones construidas en un espacio donde convergen todas las edades, donde se reúnen las familias, amigos o parejas para disfrutar de su libertad, que sin embargo, la cámara de Anton van Munster los encierra para convertirlos en el entretenimiento, a posteriori, de muchos otros espectadores, pero con ninguna seriedad mas bien con mucha libertad y regocijo.

Aquí dejo la segunda parte, tan increíble como la primera.

Los orígenes

<a href="http://www.joost.com/238hys7/t/Kino-Pravda">Kino Pravda</a>

Conocer a Vertov, es saber de dónde y cómo surge el género documental. Primero es necesario situarse en la Unión Soviética de principios de Siglo XX, por la turbulenta situación política y social que se vivía, después de los estragos que marcó la Primera Guerra Mundial, y seguido por la Revolución Rusa.

El visionario Dziga Vertov fue un auténtico cineasta militante, revolucionó el género documental, rechazando abiertamente el cine de ficción convencional, que únicamente aspiraba entretener a la burguesía, mientras que Vertov buscaba el cine de la experimentación, que es filmado por una cámara comunista que grita hasta ser escuchado, por que la verdad de un pueblo que necesita ser despertado, se llegue a construir.
En un contexto donde el estalinismo controlaba y dominaba absolutamente todo, hombres tan agudos como Vertov se convertían en una amenaza para el régimen, por lo que a Vertov se le prohibía exhibirse.

"El hombre con la cámara" es como abrir una gran caja de herramientas, Vertov es el genio que sabe emplear todas las técnicas cinematográficas para pulir y construir un cine de verdad, pionero del documental disidente de la doctrina de "simplicidad y claridad" y de un "cine inteligible para las masas" como establecía e imponía Stalin.
La genialidad del hombre con la cámara, radica en la muestra de lo que está dentro y fuera de la realización, que visto con ojos de 1929, adquiere un significado muy fuerte por su denuncia hacia las inhumanas condiciones a las que la clase trabajadora se enfrenta, por lo que Vertov mira desde adentro y se úne a los débiles.

Una de las tomas que mejor demuestran la versatilidad y el rigor de los realizadores, es durante timelapse sobre el puente, traducido a un modo poético, es el tiempo que cuentan las nubes.
En general, el documental pudiese ser como una coreografía poética de la realidad que le danza al hombre de la cámara, transparentemente, 80 años después continúa asombrando y cuestionando al espectador, por el ataque desde la temática y por la belleza en la fotografía y el montaje, que son brillantes. Las pruebas olímpicas construidas con freeze frames parecieran que son de hace unos años, es asombrosa la destreza con la que la esposa de Vertov, E. Svilova, a quien sólo le da el crédito de asistente de edición, el montaje de la escena del parto es quizás, lo que más me impresionó, más que nada por ser el primero en filmar una situación tan delicada y estridente. Después con los trucos de magia, me parecía mirar un reflejo de la capacidad de asombro que también los adultos debemos mantener, como el cine, que puede ser adecuado para todos. Con la energía catalizada en romper reglas para crear nuevos lenguajes, Vertov obsesionado y acomplejado por el hombre máquina, estructura un homenaje al cine, incluso para él no era imposible que en un futuro, todos pudiesen portar una cámara, al contrario, idealizaba que podría llegar a ser parte de la vida diaria, desde las calles, edificios o celulares, todo como un circuito cerrado en el que unos se observan observando a otros.

El ritmo es básicamente frenético, desde el comienzo cuando están los integrantes de la orquesta inmóviles pero con la posición y la actitud para comenzar a tocar, pero Vertov decide emplear un elemento excelente para provocar tensión. Pero mas bien mantiene a la audiencia dentro y fuera de la película a la expectativa, hasta que por fin el proyector misteriosamente, les da a todos lo que tanto esperaban, imágenes en movimiento. Y así nos da una lección de lo mágico que es el cine.
Técnicamente se le aprende un montón de estrategias que incluso en la actualidad, no podrían realizarse ni con virtuosismo.

Algunos de los puntos clave en la obra de Vertov, es su capacidad de hacer desaparecer la cámara, de lograr que sus personajes se sientan libres y cómodos, las locaciones que utiliza casi siempre son reales, es como si tuviese un sensor para cazar la vida desprevenida, juguetón emplea una cámara falsa para capturar los ángulos deseados.
En pocas palabras, es gracias a Vertov que podemos comprender el desarrollo y fundamento del género documental.

8/2/09

La destreza artesanal



Bert Haanstra es un director holandés que gusta de retratar la realidad, haciéndola más bella y accesible para todos. No he contado con la oportunidad de ver "Mirror of Holland", película con la cual fue reconocido y respetado a nivel mundial, haciéndolo merecedor de premios como el Grand Prix del cortometraje en Cannes en 1951.

A posteriori, Haanstra implementa los recursos del "process documentary" en el que se aprovecha el material en el orden en que fue filmado, por medio del montaje secuencial, exprime los recursos de edición adquiriendo una sincronización con la música de manera alucinante. Con esta joyita del documental, "Glass" obtiene el premio de la academia, como el mejor cortometraje documental en 1959. Leí en un artículo sobre el documental, que incluso ha alentado a muchos a comenzar la profesión de vidrio soplado.

La composición narrativa que emplea Haanstra, engrandece la destreza artesanal, incluso da la impresión de que se posiciona en los zapatos de los artesanos, pues transmiten un constante orgullo laboral.
A partir del minuto cinco, Haanstra le da la vuelta al espacio fílmico, para tornarse drámatico y mostrar la imperfección de las máquinas, sugieriendo cómo la mano de obra jamás será igualada por una máquina, Haanstra utiliza el sonido como elemento central para provocar tensión y acompañar al clímax. Sin embargo, se regresa al ritmo analítico, puliendo el esfuerzo y la belleza en la labor de los artesanos.

Es un mayor reto documentar únicamente con imagen, sin embargo Haanstra domina la destreza que se necesita para ser artesano de vidrio soplado, tanto por la delicadeza del vidrio como las altas temperaturas a las que se expone, exigiendo un cuidado impecable. Bert Haanstra muestra una empatía muy calurosa hacia los artesanos que fabrican fluidamente, casi como una danza.

4/2/09

Le grand PETIT



Durante el festival de cine de Morelia, tuve la suerte de presenciar este documental que me atrevo a decir, me cambió la vida. Básicamente por su temática, que muestra cómo es posible abrir cualquier puerta y dirigirse hasta lo imposible, con tan sólo desearlo y creerlo de verdad.
Un documental que podría verlo innumerables veces, y que siempre le encontraría un atractivo más. Con una temática inspiradora, el protagonista permite que exista empatía con su historia, de principio a fin.

Acompañado de un soundtrack cuidadosamente elegido y armado, se construye un documental con un tratamiento creativo sobre una realidad, que para muchos podría ser más masticable como ficción que como documental. A su vez, me parece que dentro del paralelismo con la realidad, la poética en la imagen y los personajes que la constituyen, mantienen el misterio y la capacidad de asombro en el espectador. Aún cuando termina, es sorprendente cómo no le sobra ni le falta sugerir temas que para el 2009, son inevitables de relacionar...
Recomiendo muchísimo indagar en la vida del grandísimo Phillipe Petit.

2+2=5



El “remake” es un ejercicio que se realiza antes del tercer semestre de cine en CENTRO, con la intención de colocarnos lo más cerca posible a la apreciación y dedicación que alguno de los grandes cineastas, invierten durante la realización de una de sus películas.

Inicialmente, mi intención era recrear una escena de “Gritos y susurros” puesto que fue gracias a esta película, y desde luego al maestro Ingmar Bergman, que decidí estudiar cine, sin embargo no me atreví a trabajar con actrices que no llegaran a alcanzar la fuerza necesaria, que proyectan tanto Liv Ullmann como Harriet Andersson. Por lo que este será un proyecto que realizaré algún día, espero que muy cercano.

Mientras tanto, decidí divertirme un rato, conseguir miles y miles de cartones de huevo, juntar a un grupo de gente reducido pero increíblemente efectivo, con el que armé un set casi idéntico dedicándole todo un fin de semana, a la parte inicial de "La ciencia del sueño". El rodaje se extendió hasta 12 horas y la post mucho más.
Pero descubrí que no hay sensación más satisfactoria que la de una audiencia aplaudiendo y felicitando mucho más de lo que uno espera.

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