Aquí les va un videito que aunque ya hayan visto, siempre es bueno encontrarle algo nuevo. Una animación hecha en las calles de Buenos Aires y Buden, las paredes como lienzos que van reaccionando en cadena, sincronizado con un ambiente sonoro que remite a Cage y que pule la imagen, MOTO es una de las animaciones más ingeniosas que he visto, con un estilo cómico pero contenido obscuro, BLU un italiano que camuflajea su identidad y diluye su nombre al estilo BANSKY pero mas que provocar o denunciar, burlón domina esquivar cualquier obstáculo para crear sus enormes murales callejeros.
Si les interesa conocer aún más sobre BLU, chequen su "sketch note book" http://www.blublu.org
Este corto documenta un ritual a la Madre Tierra, realizado por Cheryl Colan y sus colegas video bloggers durante los 90's. El filme muestra una meditación entre el respeto y el amor a la naturaleza, así como la carga poética incrustada en los rituales Ifa. Para la realizadora, es la espiritalidad y los pequeños rituales que hacen cada día refrescable y memorable. A pesar de ser silente, la simplicidad le permite al material hablar por sí mismo. De todos los video homes que me topé, este me pareció el mas atractivo por su belleza visual y su contenido espiritual que aparenta ser de otra década.
¿Es un falso documental vintage, o son imágenes de archivo? ¿Qué ocurre con el soundtrack?
El estudio fotográfico sobre hipnosis, filmado al rededor de los años cuarenta o finales de los treinta, es material de imágenes de archivo que documentan claramente una sesión coreografiada por un Doctor que no revela su rostro. Desde un principio pudiese parecer todo planeado pero en realidad sí es una mujer hipnotizada que responde óptimamente bajo el estudio hipnótico que se le realiza. El sonido está muy bien logrado en cuanto a ritmo y persistencia, sobre todo porque un hipnotizador debe dominar el tono y el ritmo de su voz para manipular y llevar a cabo una sesión efectiva, ese famoso espiral por la que el paciente comienza a languidecer, en parte es generado por el tono manipulado y guiado por el hipnotizador y en este caso, el soundtrack remite al sonido de un proyector que se entremezcla con otras capas sonoras con tintes electrónicas, que también le abre las puertas al espectador para provocar mayor intriga y admiración, y casi provocando un efecto de hipnosis en el espectador. Por otra parte, el hecho de que sea un corto anónimo y silente, pero editado tanto lo visual como lo sonoro, con un lenguaje mas a doc a está época, son algunos de los atributos que incrementan el escepticismo en el espectador contemporáneo que se deja seducir por un documental alucinante.
Memorial Day 2000 es un material muy interesante desde su realización, pues Carly Ptak una joven americana, decidió estrenar su cámara de video haciendo un registro muy bien cuidado y construido de un campamento anual en Michigan, donde beber alcohol hasta perder la conciencia, bailar, asar carne, hacer fogatas, luchar en lodo, etc., son solo algunas de las actividades realizadas por hombres y mujeres de entre 21 a 40 años de edad, que claramente llegan a comportarse como animales refugiados en la fiesta. La realizadora decide comenzar el documental con la presentación del lugar y de algunos de los personajes, el montaje cronológico está estructurado a partir de la mirada femenina y sobria ante el comportamiento masculino.
Un registro que aparentemente no cuenta con la estructura o la intención de ser un documental, pero que llegó a serlo hasta que el material editado con créditos fue descubierto en una venta de garage, y a posteriori proyectado en un festival en el que el público lo convirtió en un documental de culto. El uso del material en el festival fue fundamental para atribuirle un sentido documental, pues no es hasta que la mirada del espectador escéptico interviene, que los distintas reacciones y críticas lo colocan ante el tratamiento creativo de la realidad, como bien lo define John Grierson.
Para comenzar con el pie derecho, hemos visto un documental fascinante de principio a fin.
Agnès Varda espiga entre los espigadores mientras su cámara juguetona y espigadora inspira confianza. Retratada entre pinturas, reflejos y reflexiones; el paso del tiempo y la triste realidad sobre la sociedad de consumo empedernido, son pedazos que componen uno de los documentales más admirables que he visto. La temática ahonda distintas perspectivas donde el reemplazo y desecho de objetos y/o alimentos, llegan a ser el modus vivendi de muchos, asi cómo el material esencial para la creación de obras artísticas. Se incorporan convenciones que comprueban cómo espigar, es tan sorprendente como una pequeña cámara digital y los múltiples alcances que tiene. Por medio de una canción de protesta y demanda, Agnès Varda estructura el documental de manera eficaz y dinámica, dando ciertos respiros puesto que también se apoya de música conmovedora, que ambienta puntualmente la naturalidad y el entretejimiento con su vejez a la que se infunde como algo excepcionalmente bello, permitiendo que su vida fluya armoniosa, siempre con un gran sentido del humor, durante sus trayectos atrapa juguetona camiones, y al llegar a sus respectivos destinos, permite a todos sus personajes sentirse ampliamente seguros de charlar y plantear situaciones. Agnes propone mostrar tomas "erróneas", dándoles el mismo peso y lugar que otras convencionales. Cuidando cada detalle, Agnès construye un mundo en el que se deja ser espigada por el tiempo, aunque este marcado por unas manecillas invisibles...
Por lo pronto, les dejo un pedacito del documental, donde se puede apreciar claramente el ingenio y la grandiosidad de la cineasta belga, un documental que merece la pena ser visto varias veces.
